El término fulgurancia se adapta especialmente al modo de pensamiento y de razonamiento del niño superdotado. Esta forma extremadamente vívida de encontrar y dar una respuesta a un problema está relacionada con el pensamiento intuitivo de los individuos de alto potencial, consecuencia directa de la velocidad de transmisión de los impulsos nerviosos en su cerebro.
¡Siempre el cerebro!
Para entender mejor, hablaremos con números: para las personas en la norma la información circula en las neuronas en promedio a 2 metros/ segundo.
En un EIP la información circula a 0.05 metros más por segundo para cada punto de CI adicional (JSF 2008). Esto representa un aumento de la velocidad de 1,5 metros/segundo entre un Qi de 100 (estándar) y un QI de 130 (precocidad intelectual). Esta brecha se ensancha, es decir, la velocidad de procesamiento de la información aumenta para los CI superiores: de 140, 145...
La encontramos de nuevo:
--en el tratamiento de la información: ¡la EIP puede procesar mucha más información que otro alumno y a una velocidad excepcional!
--y por su gran sensibilidad, puede grabar más que los otros niños, pero también lo que no es perceptible por ellos.
En práctica
En la resonancia magnética se pidió a los niños que realizaran una serie de tareas. En un niño normalmente inteligente, se encienden zonas muy específicas del cerebro y son siempre las mismas para el mismo tipo de consignas y para todos los niños afectados.
En los superdotados, la transferencia entre los dos hemisferios se enciende más rápido, se observa un gran «flash» donde todas las zonas del cerebro se iluminan al mismo tiempo.
El superdotado inconscientemente envía su «red» para pescar en su cerebro todo lo que va a encontrar. Va a combinar sus experiencias mediante la compactación inconsciente de elementos memorizados previamente y gracias a su velocidad acelerada de conducción de los datos, ser capaz de dar una respuesta muy rápida, casi intuitiva. Y a menudo es la respuesta correcta la que sale a la luz, aunque el superdotado no sepa cómo ha encontrado esa respuesta.
Conclusión
El principal inconveniente de este modo de pensar es que no permite al niño explicar el razonamiento que le ha llevado a encontrar la respuesta correcta. Se corre el riesgo de ponerlo en dificultades en los ejercicios que requieren una reflexión secuencial, paso a paso, y más aún cuando se trata de demostrar más que de dar simplemente una respuesta justa, como es el caso en matemáticas, por ejemplo. Por eso es importante proponer desde muy temprano ejercicios de reflexión a los niños precoces, pero sobre todo enseñarles a estructurar su pensamiento, a explicar su camino paso a paso, con el fin de prepararlos para la continuación de sus estudios a seguir una metodología que, se quiera o no, sea impuesta por el sistema educativo en su conjunto.
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